viernes, 26 de septiembre de 2014

920 metros

Echo de menos el frío correteando por mi rostro. No me quejo del tiempo fresco de hoy, pero siento que necesito frío del de verdad, del de estar a menos de diez grados con bufanda, guantes y gorro.

Echo de menos entrar en mi casa y que se me empañen las gafas, el caldo calentito y el puesto de churros.

El olor a calefacción.

Los tempranos anocheceres.

La gente bullendo las calles del centro, pues en esta ciudad nos hemos criado resistentes al frío.

Las caritas de felicidad de los niños al ver a algún Papá Noel.

Aunque he nacido en la costa, amo el frío de la que siento como mi ciudad. Luce más bella y acogedora.


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