viernes, 12 de septiembre de 2014

De aquí

El cielo de la pequeña ciudad está encapotado, anunciando los primeros días del otoño, acompañados por un delicioso aire frío del que me protejo con una fina chaqueta negra.

Aunque nací en un lugar cálido, me he criado bajo este clima frío, y me he adaptado a él, disfrutando cada instante de su gelidez. No puedo evitar mirar al cielo con aprobación y una pequeña, casi imperceptible, sonrisa en la cara. Me siento como un pez en el agua.

Me gusta hacerme invisible entre la gente, mezclarme entre ellos. Aunque también disfruto observando desde la distancia, imaginando sus vidas. Supongo que ellos también imaginarán la mía.

A veces llamo la atención de algún grupo de muchachas, quizá por mi pelo y ropa masculina, o quizá simplemente por el hecho de tener una complexión física un poco más grande de lo común. Es lo que tiene vivir en una ciudad pequeña, lo raro llama la atención.


Que le den a la playa y al sol de mi ciudad natal, la gran ciudad. Yo me quedo aquí.

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